Reflexión de un profesor de Prácticas profesionalizantes Experiencias y opiniones
Ing Agrónomo José María Cagigas, 14 de abril de 2022
"Un desafío a la creatividad”
Para pensar en lo que se viene... la modernización de las Experiencias formativas en educación–trabajo. Las herramientas digitales y electrónicas en la modalidad
Presentación:
En 2013 tuve la oportunidad de ingresar como profesor y comenzar a desarrollar esta área disciplinar denominada practicas profesionalizantes en la EESA de Las Flores; en ese momento, mi mayor expectativa estaba centrada en poner a prueba su verdadero impacto en la formación integral de los estudiantes. La educación agraria iniciaba la actualización en la trayectoria de la tecnicatura en Producción Agropecuaria, una propuesta innovadora hacia la calidad educativa.
Significaba avanzar en la consolidación ordenada de viejas experiencias surgidas de acuerdos un poco de palabra entre las escuelas y algunos productores; acuerdos donde ambas partes interactuaban con el fin de mejorar la formación técnica de los alumnos, hablamos de formatos de enseñanza denominados estadías, pasantias, jornadas.
Los vínculos escuela y productores siempre fue nuestra fortaleza en la modalidad, una manera de vincularnos con la realidad, una forma de estar con los pie sobre la tierra. Identificar nuestro producto y probarlo en acción. Nos remontamos a los años 80...
La relación escuela y sistemas productivos evoluciono permanentemente y es bueno recordar que su existencia siempre existió, tal vez del momento mismo en que nace esta oferta educativa. Hoy un renovado formato de enseñaza se ofrece como una estrategia de aprendizaje centrado en la participación real de los estudiantes en los sistemas productivos.
La inclusión de las prácticas profesionalizantes en el diseño curricular Res 3828/2009, vino con el propósito de mejorar la calidad educativa, resolver situaciones legales y administrativas, ordenar las actividades y convocar con mayor fuerza los actores del campo y sus producciones.
Dentro de sus particularidades y exigencias todas estas experiencias relacionan el trabajo con la educación, desde las escuelas buscando ejercitar mejor a los futuros egresados en cuanto a sus incumbencias laborales2, poner en juego las capacidades propias de su perfil profesional.
En principio, se trataba de mejorar actividades que apuntaban a trabajos formativos, que proponían por sobre todo el ejercicio manual y capacitación acorde al rol del técnico; el egresado se relacionaba con oficios y luego se avanzó a personal capacitado, mandos medios. A continuación se consolida la formación básica y científico tecnológica que acompañado a la formación específica revalorizo la formación integral de los técnicos y los posiciona como profesionales del nivel.
Las prácticas profesionalizantes son innovadoras pues alientan la construcción del aprendizaje en base a la reflexión, es decir, utilizar el conocimiento y ponerlo en práctica al resolver situaciones emergentes en los procesos de producción. Yendo a lo específicamente pedagógico, las practicas profesionalizantes proponen la intervención de otras disciplinas curriculares, la relación de saberes: interpretar lo que se va a hacer, como se va a hacer y por que.